Un día me fui con unos amigos de acampada y nos adentrarnos en el bosque, pero nos dimos cuenta de que no llevábamos un mapa y que no sabíamos donde estábamos.
Nos pusimos a explorar y a montar las tiendas, por si no encontrábamos el coche. Mi amiga y yo, que estábamos montando la tienda, oímos mi móvil. Eran los chicos y al parecer habían encontrado el coche, pero tardarían un par de días en llegar al pueblo y pedir ayuda, porque se les había olvidado por donde habían venido.
Mi amiga y yo nos pusimos a montarlo todo para estar allí un par de noches. De repente, oímos algo en la tienda y había un ratón. Se había comido todo. Mi amiga y yo salvamos un poco de comida, pero no mucha así que nos acostamos para el día siguiente poder tener fuerzas para ir a pescar.Cuando fuimos a pescar, hicimos una caña con cuerda y palos. Pescamos lo suficiente para pasar unos días.Cuando volvíamos nos dimos cuenta de que algo nos seguía, así que nos dimos la vuelta y un osito había olido el pescado y nos había encontrado. Era muy mono, así que nos acercamos, pero de repente nos arañó. Cogió un pescado y se fue corriendo, entonces en ese mismo momento, aparecieron dos guardabosques, que nos ayudaron y nos rescataron.
Volvimos con dos pequeños arañazos sin importancia, y contamos a todo el mundo nuestra historia.
